Una Realidad
- Francelis Rojas
- 25 may 2018
- 3 Min. de lectura

Un día desperté, escuché un podcast de estudio que vengo haciendo y pasó algo, algo que me aterrorizó; y fue que hice consciencia de una realidad que se posicionó justo en frente de mí y que con una sonrisa sin pelar dientes sentí que me dijo: aquí estoy, es hora, es momento de hacer realidad lo que tanto amas. En ese momento sentí terror, ya que como dice el dicho ¨no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar¨ me di cuenta que ya estaba lista, lista para comenzar lo que nombré la segunda etapa del proceso de mi sueño. Lo primero que hice fue desahogarme, sacar todo ese sentimiento que tenía en el pecho y que hasta me hizo sudar los ojos, escribí, pero no escribí con la finalidad de publicar –como lo hago actualmente- , escribí para mí, me transporte en el tiempo haciendo lo que hacía cuando estaba adolecente, lo que hacía mucho antes del nacimiento de mi sueño, cuando no tenía ni la más mínima idea de qué iba a hacer con mi vida. Cuando usaba mis letras como terapias, reflexivas y eficaces terapias.
Esa realidad que llegó a mí ese día, era la que aparecía vagamente en mi cabeza cuando comencé el proceso de conocerme a mí misma, esa etapa en la que te sientes perdido y buscas, buscas pero no te encuentras. Esa realidad ahora había llegado pero para quedarse, pues yo ya estaba lista, ya había hecho consciencia de quién era y de otras cosas más. Ya había descubierto qué soy y de qué estoy hecha. Ya había descubierto mi propósito de vida. Ya había creado algo propio, ya había materializado mis ideas. Ya había nacido un sueño -mi sueño- el cual, desde mi perspectiva, lo dividí en procesos. El primer proceso había culminado el proceso de consciencia y nacimiento, ahora inicia el segundo proceso, la ejecución, y fue ésta realidad la que me llevo a él.
Muchos pueden preguntarse por qué sentí terror, en estos momentos yo misma también me hago esa pregunta pero ya con un tono de curiosidad y no de nerviosismo. Sentí terror porque eso es lo que pasa cuando una persona se da cuenta que ya tiene la oportunidad en sus manos de hacer lo que tanto ha tenido en mente, que ya es un hecho, ya es algo que lo tienes a tu alcance, ya está allí y lo puedes ejecutar. Es entonces cuando te das cuenta que eso intangible ya se está convirtiendo en algo hermosamente tangible, eso que volaba en tu mente por un tiempo, por meses o por años ya está por cumplirse y, es cuando afrontas la responsabilidad que ahora ello conlleva, que tienes que trabajar muy duro en ello para finalmente llegar al último proceso que es el de conquistar tu sueño.
Que cuál terror fue, terror al no saber qué iba a pasar ahora, terror de no saber qué hacer con eso, terror de no lograr llegar al final y otras cosas más. Esto es normal que suceda y me alegra que me haya sucedido a mí, porque particularmente soy de las que creo que cuando una persona tiene terror o miedo a hacer algo –más si se trata de un proyecto personal- quiere decir que es más que responsable, que ama y cree profundamente en ese proyecto y que quiere conquistarlo desde la mejor manera que se puede conquistar un sueño, desde la humildad y la sencillez.
Que se te ponga enfrente la realidad de las cosas que vas trabajando en tu vida no es un problema, por el contrario alégrate que llego a ti, acéptala y digiérela muy bien, siente lo que tengas que sentir y haz lo que tengas que hacer. No se trata de que la alejes o que te la sacudas, porque créeme, una vez que te llega no la veras salir de tu vida, al contrario la tendrás a un lado siempre hasta que hagas lo que tienes que hacer con ella.
Registro de obra: 1806077331110
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