La realidad, ¿Es solo como es o podemos transformarla?

Si bien sabemos que la realidad es algo que existe en el mundo real, lo que muchos no saben es que el tipo de realidad que viven también depende de los prismas que utilicen para visualizarla.

Las maneras de ver nuestra realidad son solo dos, la manera beneficiosa o la manera perjudicial. La que nos favorece o la que nos empeora. La que nos hace sentir bienestar o conflicto. La que nos hace sentir feliz o desdichados.

La verdad y la mentira, lo bueno y lo malo. El efecto que eso nos genere va a depender de nuestra interpretación.

¿Si cambiamos el Por qué por el Para qué?

¿Si cambiamos el no por el sí?

Estas preguntas tienen un increíble poder, el poder de la transformación.

No podemos gastar energías en lo que no podemos cambiar, se trata de enfocarnos en lo que sí podemos controlar, nuestras creencias, nuestras emociones, nuestros sentimientos, nuestra manera de pensar, actuar y exteriorizar, nuestra energía, nuestras actitudes, nuestros hábitos, nuestra visión y nuestra manera de sentir.

No importa cuáles son esas creencias antiguas, podemos modificarlas.

No importa cuáles son las circunstancias, podemos sacarle provecho.

No importa qué tan mal o tristes nos sentimos, podemos decidir sentirnos mejor.

No importa lo que vivamos, importa lo bueno que podemos hacer con eso.

Las barreras más limitantes y paralizantes son generadas por nuestra mente, por eso debemos cuidarla de todo aquello que no nos sea funcional ni beneficioso.

Para transformar una realidad debemos primero estudiar qué hay en nuestra mente.

Para transformar se requiere esfuerzo, entrega y amor.

Una persona que es prisionera de sus deseos, sueños y anhelos no puede tener una realidad de libertad. Una persona que practica más la queja no puede tener una realidad de bienestar. Una persona que le sobra el tiempo de ocio no puede tener una realidad efectiva y productiva. Una persona que vea solo lo negativo de las cosas no puede tener una realidad de ganancias y abundancia. Una persona que se deja llevar por la corriente no puede tener una realidad de elecciones. Una persona que no es hacedora no puede tener una realidad de oportunidades. Una persona que no toma decisiones no puede tener una realidad de opciones. Una persona que no reflexiona no puede tener una realidad de crecimiento. Una persona que no agradece no puede tener una realidad de felicidad.

No interpretes el papel de víctima, pues ese papel no te permitirá transformar cierta realidad a tu conveniencia y beneficio. Las cosas son como nosotros queremos que sean, utilízalas como trampolín, como un puente a la zona de realización y de bienestar. Particularmente nunca había apreciado y dado la importancia que tiene la pregunta para qué, es como si después de niños nos hubiesen incrustado en nuestro cerebro un chip que solo genera el por qué, es como si solo debiéramos buscar la raíz de todo para centrarnos en la culpa, en el problema y no para la solución, para el beneficio, propósito o finalidad.

Y menciono que después de niños porque en esa etapa la mayoría de los seres humanos somos exploradores de primera, somos ese investigador furtivo que busca siempre la finalidad o el propósito de las cosas, casi nunca nos centrábamos en encontrar raíces sino en encontrar finalidades. Para qué sirve esto. Para qué se usa esto. Para qué se hace esto.

Ese para qué nos beneficia mucho más que el por qué, no digo que las causas no sean importantes, lo que sostengo es que no centremos toda nuestra atención y energía en ellas sino mas bien en los efectos que estas nos pueden generar.

¨Siempre será mejor preguntarme para qué me pasó esto a mí, que preguntarme por qué me paso esto a mí¨.

Te invito a ver el vaso medio lleno, lleno de esperanza, lleno de colores, lleno de bendiciones y lleno de mucha pero mucha apertura. Ábrete a la vida, ábrete a los cambios, ábrete a las posibilidades y decide tu estilo y manera de vivir la vida. No te enfoques en lo que no tienes, enfócate en lo que tienes y haz algo maravilloso con eso. Sé luz para ti mismo, para los tuyos y para otros.

Crea tu propia realidad, pero una extraordinaria que te permita, no solo existir, sino VIVIR bien e intensamente.

Registro de obra # 1809238461589